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Al papel para los saquitos de té (en Argentina también usado en los saquitos para hacer mate cocido) se lo llama “papel filtro”. Se produce principalmente a partir de fibra de abacá, también conocida como “cáñamo de Manila”. El abacá es una planta herbácea de gran porte, de la familia de las musáceas, nativa de las Filipinas. Su altura puede alcanzar los 5 metros y crece en lugares cálidos y lluviosos. El uso principal de la fibra de abacá en todo el mundo es para la producción de saquitos de té. Adicionalmente, se la considera una excelente materia prima en el proceso de fabricación de papel de seguridad, pañales, servilletas, papel higiénico, filtros para maquinaria, barbijos y guantes para hospitales.
El beneficio de la utilización de la fibra de abacá -especialmente en los saquitos para infusiones- es su alta porosidad, permeabilidad, liberación rápida del aroma, color y sabor del té; y además alta resistencia para lograr un adecuado proceso de remojado. El papel resultante no contiene aditivos y cumple con todas las características para resguardar la salud alimentaria. Su grado o especificación indica el nivel de separación de los poros, lo que determina el tamaño de las partículas que deben quedar retenidas. En la producción, el proceso final de sellado del saquito se realiza por presión y temperatura.
Los grandes productores mundiales de este tipo de papel están en Estados Unidos, Inglaterra, Escocia, Alemania y Francia. China se está convirtiendo también en un gran productor mundial. Argentina importa la totalidad consumida de este tipo de papel. El líder del mercado mundial es la empresa Glatfelter que desarrolla papeles filtro de alto rendimiento.
El sobre que contiene el saquito se puede producir de papel o de polipropileno. La caja que los contiene es generalmente fabricada de cartulina impresa a color en una de sus caras. Recordemos que mientras más papel contiene todo el producto, más reciclable se convierte.
Fuente: Las Marías. Glatfelter – http://www.glatfelter.com/
