Vivencia de las Jornadas Celulósico Papeleras 2019

En esta nota relataré mi experiencia, mi percepción de lo vivido; si queda afuera alguno de los temas que el lector que haya concurrido quisiera destacar, lo animo a escribirnos a la asociación para que lo sumemos a estas publicaciones.

Networking, visión de largo plazo, integración, investigación y organización son los cinco términos que elegí para definir, en síntesis, lo central que me dejaron las Jornadas.

Networking lo evidencié mucho más allá de lo que significa conocer gente nueva o de saludar y encontrarse con los ya conocidos. Mientras visitábamos la fábrica de papel durante el segundo día, uno de los participantes del pequeño grupo en que nos habían dividido para que sea más efectiva la visita, se detuvo frente a unos rodillos grandes, pesados, que estaban fuera de máquina, los observó detenidamente, analizó sus detalles y dirigiéndose al encargado del grupo le preguntó: “¿y estos…, cómo te están funcionando?”, “bastante bien, tienen un desempeño aceptable”, fue la respuesta… ese episodio quedó registrado en mi memoria, hay quienes confunden el concepto de “competidor” y lo asocian con el de “enemigo”. Las Jornadas y la asociación tienen el objetivo de revertir ese concepto. “¡Qué importante es la colaboración entre colegas para que crezca una industria!”, pensé. Y sobre todo una industria nacional como la del papel. Ese tipo de networking lo viví durante las Jornadas.

La visión a largo plazo se percibió durante toda la jornada, en su temario, en sus exposiciones, pero por sobre todo en la que dieron los CEOs. “Nosotros pensamos proyectos a veinte años, eso cruza a cuatro gobiernos”, fue la expresión de uno de los expositores o “la educación es un pilar que deberá reactivarse en Argentina, y con ello el consumo de papel”. Estos comentarios, en un contexto en donde los noticieros nos bombardean con la grave coyuntura, en donde nuestra cabeza está llena de sinsabores respecto a la economía y la política, realmente dan esperanza.

La otra palabra es integración. Cuando el Secretario General de la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos tomó su lugar, y en forma pausada y clara logró captar la atención de los más de 270 asistentes, dando su visión del futuro del trabajo, lo que percibí fue una gran integración. Las Jornadas habían logrado reunir a todos los actores importantes de la industria.

En lo referente a investigación, la nanocelulosa se presentó en las Jornadas como el ingrediente con enormes posibilidades para la industria. No podemos predecir el futuro pero al menos pudimos vislumbrar qué oportunidades de mejorar técnicamente el papel y qué opciones de nuevos productos, más resistentes y respetuosos con el medio ambiente, podríamos producir. Nuevos mercados se están abriendo rápidamente.

Cada proveedor de la industria tuvo su lugar en los livings, alrededor de la zona donde se realizaban los breaks. En uno de ellos, vi un participante con un casco blanco como salido de la máquina de papel, me acerqué, me invitó a probármelo, advertí que no es un casco normal, tenía auriculares, micrófono, cámara de foto y video y además un visor de una pantalla que captaba la atención de mi ojo izquierdo donde vi un Power Point. Me explicó que es un casco para solucionar problemas en la producción o para brindar capacitación desde cualquier lugar del mundo. Es decir, una persona en otro lado del mundo ve, oye, y puede dialogar con quien lo lleve puesto como si estuviera junto a él. ¡Sorprendente! Jugamos un rato con el casco tomándonos unas fotos entre nosotros, como podrán imaginar.

Por último, la organización que presentaron las Jornadas fue el resultado de un trabajo previo, profundo, laborioso y de varios meses, realizado por el equipo de la asociación. Y todo salió a la perfección, sobre todo me sorprendió la videoconferencia que pudimos tener desde España; escuchamos y consultamos al expositor como si estuviera presente en la sala. Sin interrupciones ni cortes de la red wifi, con un sonido fuerte y claro.

Las Jornadas me llenaron de esperanza, fuerza y optimismo “realista”. Fue un aire fresco. Me permitieron renovar mi visión de la industria. El resultado fue mucho más de lo que esperaba y creo que esa sensación la compartí con muchos de los presentes.

Alejandro Mútolo