Mito
La deforestación aumenta en todo el mundo, estamos acabando con los bosques a causa del papel.
Realidad
De la misma manera que se planta maíz o trigo, luego se cosecha y se vuelve a plantar, también los árboles se plantan.
Las empresas forestales tienen viveros donde cultivan los plantines que se transformarán en árboles.
Mito
A nivel mundial el papel es un producto del pasado.
Por ejemplo: en el futuro se va a leer y estudiar en forma digital.
Realidad
A pesar de todos los pronósticos que le anunciaban el final al libro en papel, los adolescentes siguen eligiéndolo. La PC, el smartphone y la tablet crecen, pero se destinan a otros usos. El fenómeno es global, aun donde la accesibilidad económica a los dispositivos electrónicos es mayor. Los estudios demuestran que se sigue prefiriendo leer libros en papel. El Segundo Informe Anual de “Regreso a la Escuela” realizado por la Junta de Papel y Embalaje, que incluye encuestas a 4.300 estudiantes, padres y docentes en Estados Unidos, muestra que el papel no solo tiene un significativo rol en el aula, sino que su uso e importancia está creciendo.
Mito
Para fabricar papel se destruyen bosques en Argentina.
Realidad
La mayor causa de deforestación en el mundo es el avance de la frontera agrícola. Pocos temas forestales generan debates más ardientes que el de las plantaciones de eucaliptos, pinos, sauces y álamos. Los opositores dicen que los bosques implantados secarán las fuentes de agua, degradarán el suelo y serán susceptibles a las plagas y enfermedades. Sin embargo, en Argentina todo árbol que se utiliza en la industria es implantado, no de forestas nativas. Ampliar la superficie forestada mediante bosques implantados presenta beneficios ambientales. Las plantaciones forestales fijan carbono, disminuyen el efecto invernadero, cuidan el suelo de la erosión y lo ayudan a conservar el agua, y además son refugio de la fauna.